marzo 17, 2010

Despacio, despacio...

Nos da la bienvenida esta habitación tan solitaria.
Solo las paredes son testigo.
Me veo deseosa de que empiece la sesión,
muy lentamente me despojo de todo lo que traigo puesto
es muy distinto a cuando te quitas la ropa para comenzar a bañarte,
es la sensación de estar desnuda ampliamente.
Estoy lista.
Escucho que algo me dice: Cierra los ojos.
Relájate; apenas lo hago, mi mente avanza a ritmo de fences.
Mis pensamientos se van difuminando
intento retenerlos cuando unas grandes manos me toman con fuerza el cuello,
me toman por sorpresa pero no me incomodan,
prefiero concentrarme en el suave movimiento enérgico que ha iniciado.
Toco sus hombros, mis manos recorren su espalda.
Me pierdo…
Muy cerca, está esa respiración ajena
que a la vez siento mía.
La escucho, la siento, es lo único que impide a mi mente ponerse en blanco.
Siente mis muslos, tienes unos dedos mágicos. (Yo digo)
La orden: tu arriba!
Obedezco; mis manos tocan su torso
se deslizan por su suave piel tan blanca como la porcelana.
Despacio subo. Le permito entrar.
Despacio.
Mi cabeza hacia atrás, sus manos hacia mi pecho.
Mis piernas lo rodean, mis caderas, mi cintura, mi espalda
ahora son suyas; es una zona de trabajo y hay mucho por hacer
(…)

febrero 24, 2010

Más Cerca De Las Estrellas.



El regocijo de subir por un camino peligroso
con ayuda de un buen hombre,
muestro los dientes,
dos cojines son la diferencia,
una supuesta mesa que interpone el verdadero calor,
la luz flotando en agua,
saliva sabor tronco,
labios pálidos ligeramente pintados de vino,
atuendo que combina con la noche,
todo es paz con
olor a fresa,
después a sexo, piernas enredadas,
dedos intercalados,
herramienta de trabajo,
tú eres una zona de trabajo;
el viento sopla suave
como si fuera cómplice de mi gran misterio,
sin ser la mejor cocinera ni la mejor amante
las cosas cambian de sentido
para que con simples objetos logre magia,
sintiénote mas cera de las estrellas.


Isabela.